"Trópico
en Boedo"
Henry
Miller es un escritor estadounidense nacido a fines de 1800. Sus
obras fueron el reflejo de una sociedad colapsada y dio pie a una
revolución artística que cambió el mundo entero. Los beatneaks
-bohemios- que enfrentaron la violencia del establishment con rock,
literatura y liberación sexual.
Por
eso, para muchos, Miller es simplemente un obsesivo sexual, para
otros, un anarquista más. Lo cierto es que cambió la forma de
encarar la literatura en una época rígida, llena de tabúes y
miedos. Al igual que su sociedad en crisis, Miller reflejó las
asperezas de un individuo solitario, agotado del trabajo, que entre
jornada y jornada empezaba a dejar ver indicios de lo que podría ser
una necesidad espiritual.
"Henry
Returns" es una invitación a la mente y alma del escritor. Como
en sus libros, la obra está repleta de sexo, ingenio, y sobre todo
de una estima a la inteligencia del espectador.
En
escena se sienta un guitarrista, solitario, interpretando canciones
que se apagan lentamente para dar lugar a cinco actores -Diego
Solari, Gustavo Sternischin, Ariel Djemjemian, Fabio Duré y Gustavo
Manzanal quien dirige y escribe la obra.
Los
cinco se complementan para enunciarlo a Miller en sus textos, frases,
párrafos, dando la sensación que uno está sentado frente al
escritor, observando las voces que salen de su cabeza a la hora de
escribir.
Violento,
promiscuo, meditativo, todas las facetas de Miller se desnudan junto
a su "mal gusto", que no es más que la ridiculización a
los "más medios" -como él llama a las personas comunes,
demostrando, por debajo, una inteligencia y sensibilidad dotadas de
ingenio.
Gustavo
Manzanal es quien lleva la ropa y cara de Henry Miller. Se anima a
introducirse con mucho respeto dentro del escritor. Elige sus textos
característicos: la critica al Estado, a las guerras, a las
familias, a la religión, a la moral. Nos muestra su pasional
pornografía y sus viajes llenos de locuras y alcohol. Nos muestra
sus textos sensibles, como poesías escondidas en el medio de la
noche. Los llantos de Miller, los gritos de Miller, los ataques de
impotencia de Miller. Sus borracheras, sus reflexiones lúcidas, sus
amores perdidos.
No
es un dato menor que Miller fue contemporáneo a las bombas atómicas
y a una sociedad que se creía desaparecida gracias a las de
hidrógeno. Aun así él toma una ingeniosa distancia, necesaria, y
observa el contexto como un metafísico o un místico. "El
hombre es de la tierra" "Todo es Cosmos". Manzanal lo
sabe. Y por eso lleva a su personaje a desnudar el corazón,
comprendiendo las circunstancias, perdonando profundamente a su
familia -una sociedad dominada por el miedo.
Y
todos los caminos nos llevan a un Miller en contacto con la música.
Generando así para el espectador un letargo dulcísimo donde los
actores interpretan con sus instrumentos un especie de loco free-jazz
(tal como luego los beatneaks tocarían en todos los bares nocturnos
de Estados Unidos). Los climas se alargan bajo la música y las
frases recitadas de Miller. Las luces cambian de color, la intensidad
corta el aire, los actores se mueven en su lugar como si estuvieran
en Nueva York tocando para una audiencia. El espectador tiene la
sensación de estar viviendo algo.
"Henry
Returns" trabajó mucho para explotar cada frase de Miller. No
sólo vemos la expresión corporal, sino que hay juego de luces, de
imágenes proyectadas, de música, de ingenio en aprovechar el
espacio, y sobre todo una emoción cariñosa de parte de Manzanal
hacia Henry Miller. Es una obra digna de respeto para quien fue uno
de los más grandes escritores estadounidenses de todas las épocas.
Guste leerlo o no, lo cierto es que las décadas pasan y las obras de
Miller no son digeridas del todo aún. Para sentirlo quizás haya que
despertar un poco más el alma y no asquearse: Al fin y al cabo sus
obras sólo están dedicadas al amor.
Escrito
por Fede Frisach
Publicado
en www.espectaculosdeaca.com.ar
Me tomé la libertad de repostear tus palabras, en la página del grupo Macabrones en facebook.
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/grupomacabrones?ref=hl
Gracias Fede por tus palabras.