“Con
la fuerza de los ojos”
Bajo
dos mascaras blancas Yanina Olocco y Cristian Cabrera se transforman
acto tras acto frente al publico bajo las luces tenues del Teatro El
Belisario.
Los actores se esconden detrás de una tela a modo de
fondo como escenografía y al volver al escenario, los personajes son distintos, y
se mueven, hablan y sienten de forma distinta. Siempre detrás de
mascaras blancas que dejan ver los ojos.
El
primer escenario es claro: un bar situado en alguna calle transitada
de Francia. Patrick se sienta en la barra, lo atiende la Madame
Meuse, que poco a poco, traspié a traspié, va llevando a su
cliente a la cerveza y al whisky. Aunque siempre siguiendo un hilo, la
conversación es entrecortada y se esfuma en diversos caminos. El
amor. La muerte. La soledad, y (para Patrick) el amor maternal.
Quitando
al azar de lado, sobre la barra de aquel bar, Patrick y Raymonde (la
Madame Meuse) aceptan casarse aun siendo extraños. Ya que comprenden
que su destino es el mismo.
Los años pasan y vemos que ésta pareja no es feliz. Patrick no logra que su mujer se parezca al verdadero y único amor de su vida: Mamá. Ahora ella está en la casa y planea tomarse unas vacaciones forzadas
junto a ellos.
Entre
conversaciones de critica social, psicología, filosofía y
abundante humor, los personajes exponen lo que llevan dentro: La
soledad como primera y ultima instancia. En este trío amoroso
(esposo-esposa-suegra) las ideas y vueltas en la historia demuestran
que el humano puede estar incomunicado aun en sus relaciones mas
cercanas. De fondo los escenarios cambian. El hogar, la oficina de
trabajo, la playa. Yanina Olocco está firme en su propuesta de hacer
dudar al espectador. ¿Es realmente ella, detrás de una máscara,
todos los personajes femeninos de la obra? A modo caricaturesco, la
pareja se disfraza y alzan y bajan la voz con una rapidez increíble.
El espectador no tiene tiempo para dudar. La acción es inmediata. Y
las redes que cada personaje tiñó sobre sus alrededores empiezan a
romperse, a quebrarse, llenando la sala de oscuridad.
Sobre
el final hay una sorpresa. Una escenografía brillante en su
creatividad que logra producir vértigo al espectador. Y tras las
ultimas carcajadas antes del aplauso de cierre, el silencio de los actos habla por sí solo. ¿Es el humano una isla? ¿Puede el miedo
llevar las riendas de las relaciones amorosas? ¿Se conforma uno con
el pasado antiguo, triste y desolado, sólo por conocido? Esas son
las preguntas que deja en el aire la dirección de Nela Fortunato en
esta propuesta. Y, tras
la luz alta en el escenario, las mascaras blancas terminan cayéndose
dejando ver los rostros de sus actores. El aplauso se mantiene firme
sobre el tiempo. Ellos saludan acompañados del equipo que hizo
posible la obra. Y entre risas uno se pregunta cómo se verá desde
afuera la mascara blanca que uno lleva siempre en cada relación,
haciendo lo posible.
FICHA:
Dramaturgia:
Chantal Thomas
Diseño
y composición musical: Juan Sevlever
Diseño
y realización de escenografía: Clo Sáenz/ Graciana Urbani / Tom
Harris / Daniela Schiaffino.
Realización
de escenografía: JEP Producciones
Diseño
Gráfico: Clo Saenz
Producción:
Paladares Incrustados /Tertulias Lúdicas/ Liliana Sabagh
Asesoramiento
luminotécnico: Fernando Raíces.
Prensa
y difusión: Mariano Casas Di Nardo.
Fotografía:
Agustín Manoukian
Actúan:
Yanina Olocco/Cristian Cabrera
Concepto
y diseño escenográfico: Daniela Schiaffino
Asistencia
de Dirección y Producción:
Manuela
Iseas
Dirección:
Nela Fortunato
Escrito por Fede Frisach
Publicado en www.espectaculosdeaca.com.ar
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